Asociación para el Desarrollo de las Técnicas de Energía de los Meridianos – Preguntas y Respuestas
1. ¿Siempre supo que quería ser un sanador?
Cuando tenía 13 años de edad, fui diagnosticado con una enfermedad renal. En el hospital, los Doctores nos dijeron que no existía tratamiento para lo que yo tenía. Me dijeron que fuera cuidadoso en no correr ni jugar muy rudo, puesto que podría ser peligroso. Recuerdo haber pensado que ellos no necesitaban habérmelo dicho en realidad, porque simplemente el caminar algunas veces me hacía doler la espalda tanto que yo sentía como si un cuchillo me hubiese sido encajado. Puesto que esta enfermedad era potencialmente mortal, y puesto que no había tratamiento para ella, mis padres decidieron probar con una alternativa.
Ellos me llevaron a ver a un par de Doctores Osteópatas quienes tenían su consultorio y vivienda en una casa móvil localizada en medio de un campo en las afueras del pueblo. Sus nombres eran Dr. Alan Bain y Dra. Ida Harmon. “Doc e Ida” comenzaron a manipular y a volver a alinear mi columna vertebral, y en un par de semanas, me sentí mucho mejor. El dolor que yo había estado experimentando fue mucho menos frecuente, y mucho menos severo. Después de un mes más o menos, casi me había olvidado que alguna vez estuve enfermo. Mis Padres me volvieron a llevar a la clínica, donde volvieron a hacerme exámenes. Los resultados de los exámenes fueron negativos, y como yo lo recuerdo, ésa fue la primera vez que yo escuché la frase “remisión espontánea” “¡Lo que sea que hayamos hecho debió haber funcionado!” Pero, por supuesto, ellos no habían hecho nada. Yo sabía lo que realmente me habría ayudado, y no fue la Medicina Occidental.
2. ¿Qué le hizo elegir el volverse un doctor holístico, opuesto a un doctor alópata?
Yo sabía dentro de mi corazón que lo que mis “Doctores alternativos” habían hecho HABÍA funcionado. Yo decidí entonces y en aquel lugar que yo quería ser un Doctor cuando creciera, pero no sólo cualquier clase de Dr., Yo quería ser AQUÉLLA clase de doctor. Sí yo tenía que atender a mis pacientes en una casa móvil en medio de un campo lodoso, no me importaría. Doc e Ida atendían a la gente a montones que llegaban desde varias partes, aún provenientes de otros estados. Ellos eran trabajadores milagrosos, y mi vida nunca habría sido la misma después de mi experiencia con ellos. Yo recuerdo muy bien el estar recostado sobre su mesa durante una sesión de tratamiento y decirle a la Dra. Harmon, “Cuando yo crezca, quiero hacer lo que usted hace”. Ella contestó, “No, no lo harás. Si tú vas a la escuela tú jamás aprenderás la manera correcta de sanar. Ellos te van a llenar la cabeza con tanto dogma y tonterías que tú jamás serás capaz de pensar por ti mismo otra vez”. Quizás fue mi edad, pero por alguna razón este consejo realmente se quedó en mi interior. De hecho ese sencillo consejo cambió el curso de mi vida para siempre.
Con el pasar de los años mi sueño de ser un sanador comenzó a desvanecerse un poco. Me presentaron la programación de computadoras en la universidad y me encantó. Adoraba los negocios, y decidí que no me adentraría en las artes de la curación, después de todo. En vez de eso, iba a convertirme en un hombre de negocios. Cuando me encontraba a unos 6 meses de comenzar mi programa de MBA en la Universidad de Brigham Young, mi esposa Jean y yo fuimos a casa a Montana para la Navidad. Al estar sentados con mi madre y mi padre en su sala, mi padre me preguntó, de repente, “¿Estás seguro que no quieres ir a la escuela de quiropráctica? Siempre has querido hacerlo, y parece ser verdaderamente una gran carrera”. Yo contesté, “No, he decidido obtener mi MBA, así que realmente voy en una dirección distinta”. Él dijo “Bien, ¿por qué no lo piensas una vez más?” Le dije que lo haría.
Más tarde, aquella noche, Jean y yo hicimos una lista de pros y contras. En un lado estaba la quiropráctica, y en el otro lado estaban la MBA y el mundo de los negocios. La lista era un poco más larga en el lado de la quiropráctica, pero yo no estaba convencido. Sin embargo, Ya no estaba tan seguro de lo que realmente quería hacer. Habían pensado que mi mente estaba decidida, pero ahora sentía como si me encontrase dividido entre dos futuros emocionantes.
Cuando Jean y yo nos casamos, llegamos a un acuerdo sobre que nunca haríamos una decisión importante o trascendental sin haber rezado para ver si era lo correcto. Esta era definitivamente una de estas decisiones trascendentales.
Así, aquella noche me encontré arrodillado. Esencialmente dije, “Padre Celestial, si tiene alguna relevancia para ti, por favor ayudan a saber en qué dirección ir. Yo iré a cualquiera de ellas”. Me desperté a la mitad de la noche y me di cuenta que mi mente se encontraba llena de pensamientos acerca de la curación, y de cuán maravilloso es el ser capaz de servir a otras personas de esa manera. Recuerdo haber pensado, “Bueno sí, es verdad, pero esta otra dirección también es buena”. Tuve esta experiencia 3 ocasiones aquella noche. Desperté 3 veces, y en cada ocasión mi mente se encontraba llena de estos “cálidos y difusos sentimientos” acerca de adentrarme en las artes de curación. Sin embargo, yo no estaba convencido. (¿Les parezco un poco cabeza-dura?)
La siguiente noche me encontré arrodillado una vez más, pidiéndole a Dios que me orientara. Y esta fue una noche que nunca olvidaré, aunque viva un millón de años. Esa noche, como la noche anterior, me desperté 3 veces. Y cada ocasión que desperté, mi mente se encontraba llena de los mismos pensamientos de la noche anterior. Pero de alguna manera esto sentimientos se habían vuelto más fuertes progresivamente, y más poderosos cada vez que despertaba. La tercera ocasión que desperté en la segunda noche, mi mente estaba rebosante con pensamientos del servicio a la humanidad; me es imposible describir esta experiencia, pero estos sentimientos eran absolutamente abrumadores. Mientras sentía esos sentimientos, esos pensamientos de servicio en la curación y de ayuda al mundo, una voz habló conmigo. Era una voz tan clara como el cristal, y tan distinta y audible como nada que haya escuchado antes. Simplemente me dijo, “Este es un llamado sagrado”.
He reflexionado sobre esta experiencia muchas veces desde aquél entonces. Y yo creo que, puesto que el cuerpo humano es realmente un “templo” sagrado para que nuestro espíritu lo habite, que en cualquier ocasión en que estamos trabajando para ayudar a que ese cuerpo funcione mejor, estamos haciendo algo sagrado. Si estamos suturando una herida, si estamos ayudando alguien que se encuentra inhabilitado, si estamos sanando a alguien que necesita curación, estamos haciendo algo sagrado.
3. ¿Qué le inspiró a escribir el libro del Código de la Emoción?
IEn el verano de 1983 comencé mi jornada en las artes de la curación al enlistarme en la escuela de quiropráctica.
Recuerdo con cariño, una de las más grandes experiencias en mi vida, y gracias a mis compañeros de clase, fue una experiencia verdaderamente esclarecedora. Sin embargo, tenía la guardia arriba desde el primer día que pisé en el campus… Sin importar qué método de curación me enseñaban mis instructores como el “mejor camino” para arreglar este o aquel problema, mi actitud era siempre, “Bueno, quizá sí, quizá no. Quizás existe un mejor camino para hacer esto que aún no se ha develado”. Para aquél entonces, me había vuelto lo bastante bueno programando computadoras. De hecho, ayudé al pago de mi escuela de quiropráctica programando el software de admisiones que utilizaba nuestra universidad.
Recuerdo que mis instructores decían, “el cerebro es la computadora más sofisticada en el universo conocido”. Y puedo recordar que pensaba, “¡Guau! Si el cerebro es realmente una computadora, ¿seremos capaces alguna vez de acceder a los datos que deben estar guardados ahí?, porque si logramos hacerlo, sería asombroso”. Esperaba que algún día, al avanzar la tecnología, eventualmente fuéramos capaces de obtener esta habilidad. ¡Poco sabía yo qué tanto el acceder a la base de datos del subconsciente me afectaría en mi práctica y en el resto de mi vida!
Puesto que Dios me ha puesto en esta línea de trabajo, yo pensé que quizás Él estaría dispuesto ayudarme la práctica. Pronto caí en un hábito de pedirle con una plegaria silenciosa antes de trabajar en un paciente. Sólo me tomaba unos cuantos segundos, y nadie nunca se dio cuenta que yo tenía este hábito, pero al pasar el tiempo, recibí más y más información de arriba, información que necesité para ayudar a mis pacientes a mejorar. Una de las cosas más profundas que aprendí fue el enorme papel que las emociones juegan en nuestras enfermedades. Encontré que este bagaje emocional, nuestras “emociones atrapadas”, son responsables de hasta 90% de nuestro dolor, nuestras dolencias físicas y dificultades emocionales. Al pasar el tiempo, refiné el método que estaba utilizando para encontrar y liberar estas emociones atrapadas, y cuando logré que fuera tan sencillo que cualquiera lo pudiera aprender, comencé enseñar seminarios en un intento de hacer público este poderoso nuevo método de curación.
4. ¿Cuál es el mensaje principal que usted da a través de su libro?
Hay muchos y muy poderosos mensajes en este libro que, conjuntamente, se combinan para crear un muy memorable nuevo método. Antes que nada, creo que es el derecho al nacer de cada ser humano el ser un sanador. El Código de la Emoción le regresa ese derecho al nacer a cada hombre, mujer y niño sobre la faz de la Tierra. La curación no tiene que ser difícil. El Código de la Emoción lo hace tan sencillo que hasta un niño puede hacerlo, y de hecho, tenemos niños que han obrado milagros con ello. Yo creo absolutamente que es tiempo de retomar nuestro poder y nuestra habilidad de sanar. Mientras que siempre habrá necesidad de la profesión médica, la necesidad de cirugía, la necesidad de medicamentos, la realidad es que la mayoría de los problemas pueden ser resueltos simplemente al liberar el bagaje emocional que subyace a nuestros síntomas.
Otro mensaje increíblemente poderoso de El Código de la Emoción tiene que ver con el corazón humano. Los pueblos antiguos creían que el corazón humano era el asiento del alma, la fuente de nuestro amor, la fuente de nuestra creatividad y el núcleo de nuestro ser. En Occidente, hemos pensado que esas ideas eran simplemente nociones poéticas, los ignorantes intentos de los pueblos antiguos de comprender el trabajo interno de la mente humana sin las ventajas modernas de la tecnología de los cuales disfrutamos. Ahora, la tecnología moderna está revelándonos, en la realidad, que esos pueblos antiguos tenían razón en sus creencias acerca del corazón humano. Es exactamente lo que pensaron que era.
Cuando alguien nos está lastimando en verdad, cuando nos sentimos profundamente heridos o agravados, podemos sentir zozobra y otras sensaciones físicas que nos hacen pensar que nuestro corazón se está “rompiendo”. Cuando nos sentimos así, el corazón en nuestro interior, el núcleo de nuestro ser, se encuentra realmente bajo asalto. Si esto le pasa a una persona más de una o dos veces, la mente subconsciente erigirá un “muro” de energía, un “campo de fuerza” hecho de la energía de sus emociones atrapadas. Este Muro del Corazón interfiere con nuestra capacidad de dar y recibir amor, de sentir emociones positivas, y de manifestar la creación pura que yace en el interior del corazón de cada uno de nosotros. El derribar este muro invisible nos permite manifestar la creación perfecta en nuestro interior, el hallar amor, y crear nuestra mejor y más abundante vida. Este es el mensaje más importante de El Código de la Emoción; que el 93% de la gente está discapacitada emocionalmente por causa de los muros alrededor de sus corazones. El Código de la Emoción libera este secreto, y nos da una manera increíblemente rápida de encontrar y eliminar esos dañinos muros.
Cuando se retiran los Muros del Corazón, la depresión desaparece inmediatamente en la mayoría de los casos, la gente que ha estado sola por muchos años de repente se encuentra enamorada, y más. El descubrimiento del Muro del Corazón ha sido llamado “El mayor descubrimiento en la historia de la medicina energética”, debido a su profunda verdad, así como los profundos efectos de cambio de vida que tiene cuando son retirados.
5. ¿Cuál fue la motivación detrás de la creación del Sistema del Código del Cuerpo?
Al pasar del tiempo, y al crecer mi práctica, los problemas de mis pacientes parecieron incrementar en complejidad al incrementarse mi habilidad para ayudarlos. Los últimos 10 años que pasé en la práctica me especialicé en trabajar con la gente que estaba sufriendo de condiciones que eran consideradas “incurables” por la medicina Occidental, problemas complejos como la fibromialgia, síndrome de fatiga crónica, lupus, y hasta cáncer. Consistentemente les dije a esos pacientes, “Yo no trato enfermedades. Yo no declaro el curar enfermedades. Yo creo que los síntomas que ustedes están presentando se deben a los desequilibrios en su cuerpo. Si podemos encontrar esos desequilibrios y arreglarlos, quizás sus síntomas desaparezcan”. Y desaparecieron. Durante esos años, vi pacientes con esos difíciles problemas provenientes de todo EU y Canadá. La gran mayoría de ellos mejoró, y bastante rápidamente. No terminé ayudando a todos, y mi tasa de éxito no fue 100%, pero fue muy cercana al 100%.
En algún lugar de esa tendencia desarrollé este poderoso sentimiento de que las personas podían hacer mucho para ayudarse a sí mismas. Yo tenía esta profunda y motivada urgencia de darles ese poder a las personas. Comencé a enseñar en seminarios para tal efecto en 1998, y enseñé en tantos seminarios y a tanta gente como fui pude a través de los E. U. y Canadá durante muchos años. Pero me estaba desgastando a mí mismo. Estaba yo trabajando en mi consultorio 60 horas a la semana y después volando durante los fines de semana para enseñar seminarios, y mi familia estaba sufriendo por ello.
En el 2002 recibí un mensaje proveniente de “arriba” de que necesitaba dejar mi consultorio a alguien más, vender todo lo que poseía y escribir un libro sobre esto. Me había quedado claro que estos métodos de sanación que había desarrollado no eran solamente para mis pacientes o para mí. Estos métodos de sanación que había desarrollado eran para el mundo entero.
Debido a mis años como programador de computadoras siempre estaba intentando combinar el uso de la computadora con el trabajo de sanación que estaba realizando. El Código del Cuerpo fue desarrollado en respuesta a mi necesidad de averiguar lo que realmente estaba mal con la gente en el menor tiempo posible. Yo administré mi consultorio de tal manera que tenía cerca de 10 minutos por cada visita del paciente. Eso no parece ser mucho tiempo, y no lo es. Yo sabía que otros practicantes de la holística fácilmente pasaban una hora con un paciente. Pero yo tenía un arma secreta, y era la habilidad de acceder a su mente subconsciente a través de la prueba muscular. Al pasar el tiempo, desarrollé un sistema de “mapa mental” que fue perfecto para mis necesidades, y que me hizo capaz de “perforar” y hallar las situaciones subyacentes tan rápido como lo humanamente posible.
Después que El Código de la Emoción fue publicado, yo tenía una vaga idea en el fondo de mi mente de que yo iría a enseñar El Código del Cuerpo a los doctores. Aunque ya había enseñado su mayoría en seminarios con anterioridad, no tenía planes de enseñarlo de nuevo, puesto que estaba poniendo todo mi esfuerzo en sacar El Código de la Emoción al mundo exterior. Sin embargo, ello estaba por cambiar.
Una mañana temprano en agosto de 2008, desperté para hallar mi mente llena con una instrucción específica. La instrucción era “Toma toda la información que has obtenido, toma todo lo que has aprendido sobre sanación, y ponlo en un curso de autoestudio que cualquiera pueda aprender, y hazlo disponible para cualquiera por doquier”.
Era difícil describir cuán clara, como el cristal, era esa instrucción.
No había duda sobre si esto era lo que se suponía que hiciera. Aun así solo por un instante el pensamiento de cuánto trabajo esto requeriría me hizo mirar hacia el cielo y preguntar, “¿Estás seguro de esto?” (No hubo respuesta a mi pregunta, pero yo no estaba esperando una, en realidad.) Me pasé el siguiente año trabajando sin parar en El Código del Cuerpo. Comenzaba a trabajar antes que saliera el sol y a menudo continuaba trabajando en ello pasada la medianoche.
Yo considero que El Sistema del Código del Cuerpo es el método de sanación energética y de curación natural más avanzado que existe en el planeta hoy día. Es realmente sorprendente. Y mientras me encantaría tomar crédito por ello, nunca lo haría, porque creo que solamente soy el mensajero. Yo creo que todo lo que me ha ocurrido en la vida me ha preparado para ser este heraldo, para traer El Sistema del Código del Cuerpo al mundo, para traer El Código de la Emoción al mundo, para devolver la herencia de sanación que nos pertenece a cada uno de nosotros, para convertirnos en los sanadores que somos capaces de ser.
6. Usted menciona que el Sistema del Código del Cuerpo puede permitirle a cualquiera el convertirse en un poderoso sanador de energía. ¿Qué es el Sistema del Código del Cuerpo y cómo puede darme los medios para ser un poderoso sanador de energía?
Imagine si usted tuviera acceso directo a la base de datos médicos más avanzada del universo y siempre le pudiera dar la respuesta “correcta” para cualquier pregunta. Ahora imagine que usted pudiera usar esas respuestas para ayudarse a sí y a sus seres queridos para salvar cualquier obstáculo que enfrenten, mejorar la condición de sus vidas y agregar dinamismo a todas las experiencias de la vida diaria.
¿Qué tal si usted pudiera hacer todo esto desde cualquier parte del mundo sin necesidad de tener contacto físico con la otra persona? Ése es el secreto detrás del Sistema del Código del Cuerpo.
Dicho simplemente el secreto es este: El cuerpo humano guarda todas las respuestas que necesitamos para ayudarlo a funcionar en su condición máxima. El Código del Cuerpo combina las técnicas probadas de programación de computadoras de prueba muscular para liberar el poder oculto de sanación de la mente subconsciente. Es simple pero increíblemente poderoso.
7. ¿Cuál es la diferencia entre el Sistema del Código del Cuerpo y otras terapias energéticas, como TLE (Técnicas de Libertad Emocional EFT en inglés)?
El Sistema del Código del Cuerpo permite a cualquiera el practicar el arte de la sanación en una manera muy holística, muy completa. Reside por completo en la mente subconsciente, en la inteligencia del espíritu interior, para determinar qué se necesita hacer por el cliente. Como médicos en práctica, creo que todos nos damos cuenta que los problemas de las personas no siempre tienen bases emocionales, aunque la mayoría de los problemas lo hacen. Pero ¿qué tal si su cliente tiene una infección de menor grado? Las infecciones de menor grado muy a menudo son ignoradas por los procedimientos de la medicina Occidental, aunque pueden ocasionar muchos problemas. ¿Qué tal si su paciente está sufriendo de toxicidad de metales pesados, desajuste en la alineación estructural, deficiencias nutricionales, desequilibrios Meridianos, y demás?
¿Qué tal si lo que usted se encuentra haciendo actualmente no es suficiente para llegar a la raíz de lo que está mal con su cliente?
Aquí es precisamente donde El Sistema del Código del Cuerpo entra en juego. El Sistema del Código del Cuerpo es realmente el resultado de mi trabajo de capacitación como programador de computadoras, combinado con el poder ilimitado de la mente subconsciente. Cuando usted accede a la mente subconsciente, usted está usando la más poderosa computadora que conocemos, una computadora que guarda todas las respuestas, una computadora que sabe, con una comprensión perfecta, lo que su cliente realmente necesita.
8. Usted usa imanes para liberar la energía varada ¿cómo funciona eso? ¿Por qué imanes?
Sólo porque las emociones atrapadas son una forma de energía, los imanes otorgan una conveniente y concentrada fuente de contrarrestar la energía. Yo descubrí que pasar un imán un par de veces sobre el Meridiano gobernante liberará instantánea y permanentemente a la energía emocional atrapada del cuerpo. Cuando hice este descubrimiento, estaba utilizando los imanes que son fabricados por Nikken, la compañía de bienestar japonesa. Durante varios años pensé que se tenían que usar esos imanes, que ningún otro funcionaría. Pero después de probar todo tipo de imanes, con todo tipo de fuerza y polaridades, me di cuenta que cualquiera funcionará, aún un imán de refrigerador. Y si usted no tiene un imán, simplemente puede utilizar la punta de sus dedos, puesto que el cuerpo es en sí, magnético. Verá, el Meridiano gobernante es una reserva de energía que se conecta con todos los demás meridianos. Cuando una emoción atrapada se encuentra lista para ser liberada, unas cuantas pasadas del imán en la línea del Meridiano gobernante, junto con su intención de liberar la emoción atrapada, es todo lo que se necesita. Es increíblemente sencillo e increíblemente rápido.
9. ¿Qué es la tecnología de punto cero y en dónde encaja?
Otra muy emocionante tecnología nueva que se encuentra disponible se halla en los dispositivos de energía “punto cero”. La energía punto cero es la energía que rodea y se encuentra en medio de todos los átomos y partículas sub-atómicas del universo. De hecho, la energía punto cero llena la vastedad del espacio. Su cuerpo, como todo lo demás, está lleno de esta clase particular de energía.
Parece ser que ciertos cristales, al ser presurizados y tratados de cierta manera, resuenan muy poderosamente con la frecuencia de la energía de punto cero. Yo he utilizado dispositivos de punto cero con gran éxito. Los dispositivos de punto cero no solamente son fáciles de usar y muy efectivos para liberar emociones atrapadas, sino que a menudo tienen una impresionante capacidad de reducir la incomodidad y restituir el balance y las funciones de los tejidos en desequilibrio, muy parecido a los imanes fabricados por Nikken.
He sido testigo de suficientes historias de éxito en lo personal de que se trata de una tecnología muy emocionante que libera a las emociones atrapadas plenamente, así como cualquier imán, y a menudo funciona para eliminar la incomodidad e incrementar la sanación en muchos casos.
10. ¿Cuál es su visión para el futuro de la sanación y cómo su trabajo encaja en ello?
No puedo decirle cuán emocionado estoy acerca de la época actual en que vivimos. Creo que nos encontramos en un punto de un tiempo en que los sanadores de todos tipos trabajarán conjuntamente para el beneficio de sus pacientes. Ya que finalmente comenzamos a entender la verdadera naturaleza de nuestra existencia como seres energéticos, y mientras finalmente comprendemos que las respuestas a nuestras enfermedades yacen en el interior de nuestras propias mentes subconscientes, y finalmente nos damos cuenta que podemos acceder a esas respuestas simple y fácilmente a través de estas tecnologías, el mundo no puede evitar más que cambiar para mejorar. Como el Dr. Mehmet Oz declaró recientemente, “La medicina de la energía es el futuro de toda la medicina”. Yo humildemente agregaría, “El Código de la Emoción y El Código del Cuerpo son el futuro de la medicina de la energía”.